lunes, 21 de septiembre de 2015

Proteccion

Cuando nos preocupamos por alguien queremos darle todas las respuestas, protegerlo de algún daño y mostrarle cómo puede ser más feliz. En esos momentos, nuestras palabras caen con frecuencia en oídos sordos ya que no puede haber coerción cuando nos referimos al crecimiento espiritual y personal. 
Si realmente te preocupas por alguien, ámalo por lo que es en este momento. Permítele cometer errores y crecer a su propio paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario